lunes, 30 de abril de 2012


A quien corresponda.

Transcurría la vida universitaria en medio de una dulce y divina tranquilidad,

cobijada por la paloma de paz,

cuando de pronto apareció el fantasma de la discordia.

Ramón Martínez Ocaranza. Poeta y profesor nicolaita.



Texto escrito en 1966 a partir de la agresión del ejército a estudiantes de la UMSNH



Bajo la creencia social de que el gobierno michoacano les dio su merecido a los estudiantes de la UMSNH por excederse en sus formas de hacerse escuchar.

Bajo el supuesto del gobierno de Michoacán de que cuenta con instrumentos e instituciones legales para disolver toda manifestación e introducirse en casas que son patrimonio de la universidad michoacana.

Bajo la ficción de las autoridades nicolaítas de que no existió violación de la autonomía universitaria, ni violación a los derechos humanos de los estudiantes – también- nicolaítas.

Conociendo y sabiendo que toda creencia, supuesto y ficción alimentan el imaginario colectivo de la sociedad, haciendo de ella una bajeza colectiva, preguntamos lo siguiente: 

¿qué se espera de un estado que golpea a sus estudiantes?

¿por qué el diálogo con estudiantes es moderado por la secretaría de seguridad pública?

¿en qué estado, no fascista, se usa la violencia para establecer la ley?   

¿los ciudadanos estamos cansados de tanta impunidad que justificamos la impunidad del estado contra los propios ciudadanos?

¿en qué momento la conciencia reflexiva y crítica de los universitarios puede ser doblegada por los medios de comunicación?

¿por qué los estudiantes universitarios ceden a presiones externas y acaban convirtiéndose en carne de cañón?

¿los derechos humanos se guardan en folletos mientras su violación se ejerce en las calles?

¿cómo compaginar la posición nicolaita lamentando los hechos de Ayotzinapa y las albricias universitaria porque golpeen estudiantes de la casa de Hidalgo?

Estudiantes, ciudadanos, autoridades estatales: ¿qué sociedades han justificado la violencia como una forma de convivencia?

Dicen los ciudadanos que es bueno recuperar el orden mediante las fuerzas armadas, ¡vaya! Cada siervo tiene el amo que merece.

D I F U N D E


http://forjandolaeducacion.blogspot.mx/

Lo que hay que decir - Günter Grass

"Por qué guardo silencio, demasiado tiempo,

sobre lo que es manifiesto y se utilizaba

en juegos de guerra a cuyo final, supervivientes,

solo acabamos como notas a pie de página.

Es el supuesto derecho a un ataque preventivo

el que podría exterminar al pueblo iraní,

subyugado y conducido al júbilo organizado

por un fanfarrón,

porque en su jurisdicción se sospecha

la fabricación de una bomba atómica.

Pero ¿por qué me prohíbo nombrar

a ese otro país en el que

desde hace años —aunque mantenido en secreto—

se dispone de un creciente potencial nuclear,

fuera de control, ya que

es inaccesible a toda inspección?

El silencio general sobre ese hecho,

al que se ha sometido mi propio silencio,

lo siento como gravosa mentira

y coacción que amenaza castigar

en cuanto no se respeta;

“antisemitismo” se llama la condena.

Ahora, sin embargo, porque mi país,

alcanzado y llamado a capítulo una y otra vez

por crímenes muy propios

sin parangón alguno,

de nuevo y de forma rutinaria, aunque

enseguida calificada de reparación,

va a entregar a Israel otro submarino cuya especialidad

es dirigir ojivas aniquiladoras

hacia donde no se ha probado

la existencia de una sola bomba,

aunque se quiera aportar como prueba el temor...

digo lo que hay que decir.

¿Por qué he callado hasta ahora?

Porque creía que mi origen,

marcado por un estigma imborrable,

me prohibía atribuir ese hecho, como evidente,

al país de Israel, al que estoy unido

y quiero seguir estándolo.

¿Por qué solo ahora lo digo,

envejecido y con mi última tinta:

Israel, potencia nuclear, pone en peligro

una paz mundial ya de por sí quebradiza?

Porque hay que decir

lo que mañana podría ser demasiado tarde,

y porque —suficientemente incriminados como alemanes—

podríamos ser cómplices de un crimen

que es previsible, por lo que nuestra parte de culpa

no podría extinguirse

con ninguna de las excusas habituales.

Lo admito: no sigo callando

porque estoy harto

de la hipocresía de Occidente; cabe esperar además

que muchos se liberen del silencio, exijan

al causante de ese peligro visible que renuncie

al uso de la fuerza e insistan también

en que los gobiernos de ambos países permitan

el control permanente y sin trabas

por una instancia internacional

del potencial nuclear israelí

y de las instalaciones nucleares iraníes.

Solo así podremos ayudar a todos, israelíes y palestinos,

más aún, a todos los seres humanos que en esa región

ocupada por la demencia

viven enemistados codo con codo,

odiándose mutuamente,

y en definitiva también ayudarnos."


Fuente: Traducción publicada en el diario El País (España)

Montaña Rusa
Durante medio siglo / la poesía fue / el paraíso del tonto solemne. / Hasta que vine yo / y me instalé con mi montaña rusa. / Suban, si les parece. / Claro que yo no respondo si bajan / echando sangre por boca y narices.
Nicanor Parra